La Quinta Nota
domingo, 22 de mayo de 2011
Oscar Aguirre en Bambamarca
El poeta Oscar Aguirre visitó Bambamarca con motivo del Primer Festival Internacional de Poesía en julio del 2008, luego lo hizo en setiembre del 2009 con motivo del Segundo Festival Internacional de Poesía, en ambos eventos recibió el cariño de la gente que reconocen su valiosa producción literaria. Muchos estudiantes de la región han aprendido sus poemas y lo recitan en fechas importantes, como es el caso de la estudiante de la provincia de Chota Cinthia Nuñez Gamonal que sorprendió gratamente al poeta declamando la QUINTA NOTA en el acto de clausura del II Festival Internacional de Poesía "José Guillermo Vargas Rodríguez" en Bambamarca Perú.
LA QUINTA NOTA
MIGUELITO... COMO MUCHOS(La Quinta Nota) *
Cualquiera al ver mi libreta
me mira con desconfianza
y de segurito piensa
“este burrito no pasa”.
Tengo tanta nota en rojo
que parece un calendario
del país de los ociosos
donde es fiesta todo el año.
me mira con desconfianza
y de segurito piensa
“este burrito no pasa”.
Tengo tanta nota en rojo
que parece un calendario
del país de los ociosos
donde es fiesta todo el año.
Pero no es cuestión de ver
a simple vista las cosas,
es mejorar averiguar
dónde empiezan estas notas.
Adelanto que no soy
un mataperros perdido
aunque algunos por ahí
digan que soy un jodido.
Tampoco voy a decir
que no mato ni una mosca,
soy igual, pa’ qué fingir,
a otros tipos de edad corta.
No me baño, ando mugriento,
con los pelos por la cara,
un poquito pezuñento,
la “botica” destapada.
Más caso le hago a los juegos,
de la pandilla formada
entre todo el chiquillero
que se amontona en mi cuadra.
Quien no juega al “cachaquito”,
al lingo, al trompo, a las bolas,
a la escondida, al fulbito,
a la cometa volada
Debe ser porque está enfermo
arrinconado en su cuarto
o su madre por travieso
lo ha mandado que ande calato.
Es una normalidad
entonces lo que les cuento,
todo chico de mi edad
tiene igual comportamiento.
Por eso no me parece
que caigan sobre mis notas,
las cosas del “pleno crece”,
de éste andar al “no me importa”
Porque a la hora de estudiar,
me ha pasado ya en otros años,
puedo el rojo superar,
me son números extraños.
Lo que pasa es que hace un tiempo
mi familia anda volteada,
con el entender revuelto
y un insulto en la mirada.
Casi nadie me conversa,
todo lo hablan gritoneando:
que “tu madre es una espesa”
y “tu viejo es un tacaño”
Que “ya sé que otra mujer
te ha cruza’o el pensamiento,
me lo contaron ayer
y ay de ti si sale cierto”
Que “es verdad, no te han mentido”
viene la contestación,
mi abuelita entra en el lío,
parece televisión:
Que “es un perro tu marido”
“y es Usted una vieja cruel”
y mi perrito da un ladrido
porque mi perrito es fiel.
Interviene una comadre
Que en lugar de apaciguar,
pone todo más vinagre
con su forma de arbitrar.
a simple vista las cosas,
es mejorar averiguar
dónde empiezan estas notas.
Adelanto que no soy
un mataperros perdido
aunque algunos por ahí
digan que soy un jodido.
Tampoco voy a decir
que no mato ni una mosca,
soy igual, pa’ qué fingir,
a otros tipos de edad corta.
No me baño, ando mugriento,
con los pelos por la cara,
un poquito pezuñento,
la “botica” destapada.
Más caso le hago a los juegos,
de la pandilla formada
entre todo el chiquillero
que se amontona en mi cuadra.
Quien no juega al “cachaquito”,
al lingo, al trompo, a las bolas,
a la escondida, al fulbito,
a la cometa volada
Debe ser porque está enfermo
arrinconado en su cuarto
o su madre por travieso
lo ha mandado que ande calato.
Es una normalidad
entonces lo que les cuento,
todo chico de mi edad
tiene igual comportamiento.
Por eso no me parece
que caigan sobre mis notas,
las cosas del “pleno crece”,
de éste andar al “no me importa”
Porque a la hora de estudiar,
me ha pasado ya en otros años,
puedo el rojo superar,
me son números extraños.
Lo que pasa es que hace un tiempo
mi familia anda volteada,
con el entender revuelto
y un insulto en la mirada.
Casi nadie me conversa,
todo lo hablan gritoneando:
que “tu madre es una espesa”
y “tu viejo es un tacaño”
Que “ya sé que otra mujer
te ha cruza’o el pensamiento,
me lo contaron ayer
y ay de ti si sale cierto”
Que “es verdad, no te han mentido”
viene la contestación,
mi abuelita entra en el lío,
parece televisión:
Que “es un perro tu marido”
“y es Usted una vieja cruel”
y mi perrito da un ladrido
porque mi perrito es fiel.
Interviene una comadre
Que en lugar de apaciguar,
pone todo más vinagre
con su forma de arbitrar.
Y parece que el enredo
nunca habrá de terminar,
cada día dan más fuego
a este infierno familiar.
Y es que también mi papá,
con una tremenda raza
quiere que con mi mamá
viva la otra en mi casa.
Mi mami, como es normal,
por supuesto no ha “atracado”,
cómo, pues, con dos mamás
mi viejo va a estar juntado.
...Y entre todo este entrevero
de pleitos y de problemas
estudiar casi no puedo,
se me enredan las tareas.
Por ejemplo en religión
cometí una gran burrada
y por eso el profesor
me tiró una requintada.
Escribí que Judas fue
quien descubrió la corbata
y al probarse un nudo se
reajustó la garganta.
Que Pilatos se lavó
las manos con detergente
y que su hijo degolló
a Herodes por mala gente.
...Y así, todo un crucigrama
de difícil solución
se me sale en cada tema
en lugar de la lección.
Ahora saben por qué
así se pintan mis notas
muy pocas pasan de diez,
casi todas vienen rojas.
Si alguien me quiere ayudar
que vaya pronto al colegio,
que hable con mi auxiliar,
que le explique mi complejo.
Tengo aún tiempo de cambiar
tanto número al revés
que más salen de mi hogar
y no de mi responder.
Que también venga a mi casa
y se ponga a conversar,
que le diga “qué les pasa?”,
que se dejen de pelear.
Unas veces he escuchado
que se van a separar
los que tanto me mimaron
y no sé qué preguntar.
Ni mucho menos responder
cuando, como haciendo un juego,
me piden para escoger
con quien más irme prefiero.
Digo, si los dos me hicieron
nada cabe preguntar;
¡a los dos juntos los quiero!
¡no me partan por mitad!
nunca habrá de terminar,
cada día dan más fuego
a este infierno familiar.
Y es que también mi papá,
con una tremenda raza
quiere que con mi mamá
viva la otra en mi casa.
Mi mami, como es normal,
por supuesto no ha “atracado”,
cómo, pues, con dos mamás
mi viejo va a estar juntado.
...Y entre todo este entrevero
de pleitos y de problemas
estudiar casi no puedo,
se me enredan las tareas.
Por ejemplo en religión
cometí una gran burrada
y por eso el profesor
me tiró una requintada.
Escribí que Judas fue
quien descubrió la corbata
y al probarse un nudo se
reajustó la garganta.
Que Pilatos se lavó
las manos con detergente
y que su hijo degolló
a Herodes por mala gente.
...Y así, todo un crucigrama
de difícil solución
se me sale en cada tema
en lugar de la lección.
Ahora saben por qué
así se pintan mis notas
muy pocas pasan de diez,
casi todas vienen rojas.
Si alguien me quiere ayudar
que vaya pronto al colegio,
que hable con mi auxiliar,
que le explique mi complejo.
Tengo aún tiempo de cambiar
tanto número al revés
que más salen de mi hogar
y no de mi responder.
Que también venga a mi casa
y se ponga a conversar,
que le diga “qué les pasa?”,
que se dejen de pelear.
Unas veces he escuchado
que se van a separar
los que tanto me mimaron
y no sé qué preguntar.
Ni mucho menos responder
cuando, como haciendo un juego,
me piden para escoger
con quien más irme prefiero.
Digo, si los dos me hicieron
nada cabe preguntar;
¡a los dos juntos los quiero!
¡no me partan por mitad!
(Autor: ÓSCAR AGUIRRE MÉNDIZ)
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